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Meditación

Cómo Practicar la Meditación

El proceso de meditación busca transcender la mente consiente para revelar aspectos del subconsciente, el super consciente y la energía espiritual que son parte del esquema mental, espiritual y energético de cada persona.. La práctica regular de meditación le abre las puertas a tu mundo interno para sentir más dicha y tranquilidad, y alcanzar estados de conciencia más avanzados. La meditación ofrece beneficios para el practicante, a nivel físico, mental y emocional, y a nivel espiritual. 

 

Métodos de Meditación

Los siguientes métodos de meditación son ideales para transcender las limitaciones de la mente y alcanzar estados de conciencia elevados. Durante el proceso de meditación puedes utilizar herramientas que te ayuden, como música suave, cojines, aromaterapia, etc. La práctica regular de meditación puede tener efectos positivos en tu vida con sólo unos minutos al día. Trata de hacerla parte de tu rutina diaria.

Meditación en Silencio

Se transcienden los pensamientos intentando mantener la mente en blanco, para conocer otros aspectos del ser. Si los pensamientos surgen, se observan objetivamente, dejándolos pasar sin perderse en ellos.

Meditación Guiada

Se sigue un proceso dirigido por otra persona, generalmente por medio de una grabación.

Meditación de Enfoque              

Se transcienden los pensamientos usando un mantra (palabra o frase que se repite varias veces) o concentrándose en un objeto, como una ilustración, un altar, etc. El mantra puede ser cualquier palabra o frase positiva que tenga un significado especial.

Meditación con Movimiento 

Se transcienden los pensamientos a través de movimientos, como el yoga o el tai chi, o simplemente una caminata en la naturaleza.

Práctica de Meditación Básica

Preparándose para la Meditación:  

Busca un lugar callado donde no tengas interrupciones. Prepara un ambiente agradable que te inspire calma y tranquilidad. Siéntate en una posición cómoda, ya sea en una silla con los pies en el piso, o en el suelo con los pies cruzados o derechos, usando un cojín u otro tipo de asiento y con apoyo para la espalda si es necesario. Es recomendable tener la espalda recta, pero siempre estando cómodo/a. Pon tus manos en una posición cómoda. Es importante que la temperatura sea agradable y que no tengas ni frio ni calor. 

1) Respira profundamente pero con suavidad varias veces y cierra los ojos. Siente una ola de relajación que te acoge y permite que esta ola suavice todos tus músculos. Dirige tu respiración a diferentes áreas de tu cuerpo y siente como cada área se releja.

2) Déjate llevar por el ritmo de tu respiración. Declara tu intención de relajar tu cuerpo, tu mente y de calmar tus emociones.

3) Si llegan pensamientos a tu mente, obsérvalos, y déjalos pasar, como si fueran palomas en vuelo. Mantén tu atención en tu respiración. Siente como el ritmo del aire entra y sale, sube y baja.

4) Si sientes emociones durante la meditación, obsérvalas y déjalas pasar, como la corriente en un rio.   

5) Mantente en este estado de relajación y calma siendo testigo/a de la paz interna que llega con el silencio.

6) Tómate el tiempo que desees y cuando estés listo/a para terminar tu meditación, pon tu atención en tu cuerpo físico. Imagínate que tu energía vital baja hasta los pies. Mueve tus pies y tus manos y abre los ojos. Esto te ayudará a reconectarte con tu ambiente físico.

7) Repite diariamente hasta que este estado de paz interna llegue automáticamente. Ten en cuenta que con práctica y paciencia la meditación se volverá natural para ti.